Las 10 claves de la dieta slow
La dieta slow no promete milagros que no se pueden cumplir. Tampoco es una dieta adelgazante. Bajo ese término se esconde el propósito de una verdadera transformación en los hábitos de vida. Un proyecto de vida saludable encaminado a reequilibrar el exceso de peso con nutrientes naturales, mejorar la salud aportando vitalidad y previniendo enfermedades y alargar la vida en plenitud de facultades.
Dice el doctor Manuel Jiménez Ucero, experto en Inmunología y Medicina Social y del Trabajo, que la ingente cantidad de ingredientes tóxicos presentes en nuestra alimentación condiciona el deterioro de nuestra salud, y que la aparición cada vez más frecuente de procesos tumorales y degenerativos no sólo tiene que ver con la longevidad, sino también con el impacto constante de esos elementos agresivos.
A raíz de la preocupación colectiva por estas cuestiones, han empezado a surgir términos muy reveladores de la necesidad de experimentar cambios en nuestra forma de vida. Slow, por ejemplo, es una palabra que reclama serenidad en nuestro vertiginoso ritmo actual de vida; detox, llama la atención sobre la necesidad de buscar salida a un entorno asfixiante en lo que respiramos, comemos y soportamos; superfood o superalimento, designa los recursos naturales que son fuente de salud y vida y que estamos redescubriendo; vegana, nombra una dieta eminentemente vegetal y con alimentos procedentes de cultivo orgánico o ecológico...
En su libro La dieta slow (Libros Cúpula), Jiménez Ucero no sólo nos anima a quienes nos preocupamos por nuestra salud y por nuestro peso a hacer una dieta saludable, sino a ir cambiando poco a poco el ritmo de vida acelerado que llevamos por otro más pausado y ordenado, y a adoptar una forma de alimentación que se apoye básicamente en los productos naturales y en los complementos saludables. En este sentido, define la dieta slow como "un proceso de adaptación paulatino, sin prisa pero sin pausa, desde nuestros hábitos actuales hasta una dieta vegana lo más natural posible y adecuadamente complementada con los nutrientes necesarios para nuestro equilibrio".
DECÁLOGO DE LA NUTRICIÓN SANA
Los diez siguientes serían los puntos esenciales de una nutrición sana, según el doctor Jiménez Ucero:
1. Hacer 5 comidas al día. Interesa mantener el metabolismo activo y evitar grandes puntas hormonales.
2. No acumular demasiados alimentos en una toma. Si la comida ha sido copiosa, es mejor no toma postre o dejarlo para la tarde.
3. Calcular las calorías de cada plato. Puedes comer más frutas, verduras y proteínas y menos azúcares, salsas, grasas y alcohol.
4. Ponerle vegetales a tus comidas. Las verduras frescas y las frutas son poco calóricas, por ello al menos en dos de tus comidas diarias tómate un extracto natural de estos alimentos.
5. Aplicar la compensación. Si te pasas un día haciendo excesos, al día siguiente compénsalo y recupera la rutina habitual.
6. Evitar el alcohol. O toma el mínimo posible.
7. Comer despacio. Ya sabes, slow...
8. Comer ecológico. Es la garantía de que no consumes tóxicos.
9. Comer variado. Diversificar alimentos favorece que los tóxicos no se acumulen en el cuerpo.
10. Hacer de tu comida tu medicina. Un consejo hipocrático de gran actualidad: come para tu salud, con un ritmo adecuado, un contenido variado, actitud relajada y agua abundante.
SMOOTHIES Y BATIDOS, LA BASE
Los smoothies y los batidos de frutas y verduras son la base de la dieta slow. Tienen un enorme poder saciante, que es proporcional a su densidad. Además aportan gran número de nutrientes naturales como agua, vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra... Y no hay que olvidar que siempre les puedes añadir complementos nutricionales al gusto, por ejemplo proteínas vegetales, superalimentos, extractos herbales... ¡admiten todo!
Esta es la receta de un batido verde adelgazante:
Ingredientes: 1/2 manzana verde, 1/2 pepino, 1 tallo de apio, 2 bolsitas de té verde, unas hojas de menta fresca, 1/2 taza de brócoli, 1/2 taza de berros.
Preparación: incorporar los ingredientes, en el orden de la lista, en el vaso de una slow juicer o licuadora de prensado en frío, junto con medio vaso de agua. Batir hasta obtener la textura deseada.
MÁS INFORMACIÓN: La dieta slow, de Manuel Jiménez Ucero. Libros Cúpula. 336 páginas. 16 €